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miércoles, 11 de enero de 2017

Videos enfermedades neurológicas

VIDEO SOBRE LA AFASIA


VIDEO SOBRE LA APRAXIA



Enfermedades neurológicas

APRAXIA

¿Qué es la apraxia?

La apraxia es la incapacidad para realizar movimientos o acciones precisas debido a un trastorno neurológico. Una persona con esta condición intentará realizar una acción específica o hacer un gesto, y tendrá la capacidad física para hacerlo, pero el cerebro no se lo permitirá. Se manifiesta de muchas maneras diferentes, la apraxia se produce cuando los hemisferios cerebrales tienen un mal funcionamiento, de tal manera que una persona es incapaz de controlar estas acciones. Una persona puede tener uno o más tipos de apraxia al mismo tiempo.

Causas

La apraxia es causada por daño al cerebro.
 Cuando la apraxia se desarrolla en una persona que previamente era capaz de llevar a cabo las tareas o destrezas, se denomina apraxia adquirida.

Las causas más comunes de la apraxia adquirida son:

Ø  Tumor cerebral.
Ø  Afección que causa empeoramiento gradual del cerebro y el sistema nervioso (enfermedad neurodegenerativa)
Ø  Demencia.
Ø  Accidente cerebrovascular.
Ø  Lesión cerebral traumática.

La apraxia también se puede observar en el nacimiento. Los síntomas aparecen a medida que el niño crece y se desarrolla. La causa se desconoce.

La apraxia del habla con frecuencia se presenta junto con otro trastorno del habla llamado afasia. Dependiendo de la causa de la apraxia, se pueden presentar muchos otros problemas del sistema nervioso o del cerebro.

Síntomas

Una persona con apraxia es incapaz de integrar los movimientos musculares correctos. A veces, se usa una palabra o acción completamente diferente de la que la persona se propone hablar o hacer. La persona con frecuencia es consciente del error.

Los síntomas de apraxia del habla abarcan:

Ø  Se distorsionan, se repiten o se omiten sonidos del habla o palabras. La persona tiene dificultad para juntar palabras en el orden correcto.
Ø  Esforzarse para pronunciar la palabra correcta.
Ø  Las palabras más largas son más difíciles de usar, ya sea permanentemente o algunas veces.
Ø  Capacidad para usar frases cotidianas o dichos breves (tales como "¿Cómo está?") sin problema.
Ø  Mejor habilidad para escribir que para hablar.

Otras formas de apraxia abarcan:

Ø  Apraxia oculomotora: es un tipo de apraxia caracterizada por la dificultad para mover los ojos de la forma deseada.
Ø  Apraxia verbal: es un tipo de apraxia que hace que la persona que la padece pase un mal rato cuando habla. 
Ø  Apraxia constructiva: los pacientes con apraxia constructiva tienen dificultad o imposibilidad de dibujar figuras o construir formas.
Ø  Apraxia bucofacial u orofacial: incapacidad para realizar movimientos de la cara a petición, como lamerse los labios, sacar la lengua o silbar.
Ø  Apraxia ideatoria: incapacidad para llevar a cabo tareas complejas aprendidas en el orden apropiado, tales como ponerse los calcetines antes de ponerse los zapatos.
Ø  Apraxia ideomotora: incapacidad de llevar a cabo una tarea aprendida de manera voluntaria cuando se le dan los objetos necesarios. Por ejemplo, si se le da un destornillador, la persona puede tratar de escribir con él como si fuera un bolígrafo.
Ø  Apraxia cinética de las extremidades: dificultad para efectuar movimientos precisos con un brazo o una pierna. Abotonarse una camisa o amarrarse un zapato se vuelve imposible.

Diagnóstico

Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes si la causa del trastorno se desconoce:

Ø  CT o RM del cerebro que puede ayudar a mostrar un tumor, accidente cerebrovascular u otra lesión cerebral.
Ø  Se puede usar un electroencefalograma (EEG) para descartar la epilepsia como una causa de la apraxia.
Ø  Se puede realizar una punción raquídea para verificar si hay inflamación o una infección que afecta el cerebro.
Ø  Se deben hacer exámenes intelectuales y lingüísticos estandarizados si se sospecha apraxia del habla. Igualmente, se pueden necesitar exámenes para otras dificultades de aprendizaje.

Tratamiento

Las personas con apraxia pueden beneficiarse del tratamiento por parte de un equipo médico. El equipo médico también debe incluir a los miembros de la familia.
Los terapeutas ocupacionales y del lenguaje cumplen un rol importante en ayudar a personas con afasia y a sus cuidadores a aprender formas de hacerle frente a la apraxia.

Durante el tratamiento, los terapeutas se enfocarán en:

Ø  Repetir sonidos una y otra vez con el fin de enseñar movimientos de la boca.
Ø  Que la persona hable lentamente.
Ø  Enseñar técnicas diferentes para ayudar con la comunicación.
Ø  El reconocimiento y tratamiento de la depresión son importantes para las personas con apraxia.

Para ayudar con la comunicación, la familia y amigos deberían:

Ø  Evitar dar instrucciones complejas.
Ø  Usar frases simples para evitar malos entendidos.
Ø  Hablar en un tono normal de voz. La apraxia no es un problema de audición.
Ø  NO asumir que la persona entiende.
Ø  Proveer ayudar para que la comunicación sea posible, dependiendo de la persona y su estado.

Otras sugerencias para la vida diaria pueden ser:

Ø  Mantenga un ambiente relajado y tranquilo.
Ø  Tómese el tiempo para mostrarle a alguien con apraxia cómo realizar una tarea y permítale el tiempo suficiente para hacerlo. NO le pida que repita la tarea si ella claramente se está esforzando y al hacerlo se aumentará la frustración.
Ø  Sugiera otras formas de hacer las mismas cosas, por ejemplo, compre zapatos con un cierre de velcro en lugar de cordones.


  AFASIA
Esta enfermedad también es conocida como “Problemas para hablar”.

¿Qué es la afasia?

La afasia es un trastorno causado por lesiones en las partes del cerebro que controlan el lenguaje. Puede dificultar la lectura, la escritura y expresar lo que se desea decir.

Causas

Es más común en los adultos que han sufrido un derrame. Otras causas pueden ser los tumores cerebrales, las infecciones, las lesiones y la demencia. El tipo de problema que tenga y la gravedad dependerán de la parte del cerebro que sufre el daño y de la magnitud del mismo.

Tipos de afasia

Existen cuatro tipos principales:

Ø  Afasia expresiva: el paciente sabe lo que quiere decir, pero tiene dificultad para decirlo o escribirlo.
Ø  Afasia receptiva: se escucha la voz o puede leer un impreso, pero no le encuentra sentido a lo que lee o escucha.
Ø  Afasia anómica: tiene dificultad para usar las palabras correctas para describir objetos, los lugares o los eventos.
Ø  Afasia global: el paciente no puede hablar, entender lo que se le dice, leer o escribir.

Algunas personas se recuperan de una afasia sin tratamiento. Sin embargo, la mayoría necesita terapia del lenguaje lo antes posible.

Síntomas

Muchos de los síntomas pueden ser un derrame cerebral o un tumor cerebral.
Una persona con afasia puede:
Ø  Hablar en frases cortas o incompletas.
Ø  Hablar en frases que no tengan sentido.
Ø  Hablar con palabras irreconocibles.
Ø  No comprender la conversación de otras personas.
Ø  Interpretar lenguaje figurado literalmente.
Ø  Escribir frases que no tengan sentido.

La gravedad y el alcance de los problemas dependen de la magnitud del daño y el área del cerebro afectada. Algunas personas pueden comprender lo que otros dicen relativamente bien, pero luchan por encontrar palabras para hablar. Otras personas pueden ser capaces de comprender lo que leen, pero sin poder explicarlo para que otros lo entiendan.

Diagnóstico

Para diagnosticar la afasia, probablemente, el médico solicitará una prueba de imagen, como la tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (MRI), para identificar rápidamente lo que está causando la afasia.
El diagnóstico de la afasia también se hace sometiendo al paciente a pruebas y observaciones informales para evaluar sus conocimientos del idioma, tales como la capacidad de:
  • Nombrar objetos comunes.
  • Participar en una conversación.
  • Comprender y utilizar correctamente las palabras.
  • Responder a preguntas acerca de algo leído o escuchado.
  • Repetir palabras y oraciones.
  • Seguir instrucciones.
  • Responder preguntas de sí o no y responder a preguntas abiertas sobre temas comunes.
  • Contar una historia o explicar la trama de una historia.
  • Explicar una broma o una frase figurada.
  • Leer y escribir letras, palabras y oraciones.

Tratamiento

Si el daño cerebral es leve, la persona puede recuperar habilidades lingüísticas sin tratamiento. Sin embargo, la mayoría de las personas se someten a terapia del habla y el lenguaje para rehabilitar sus conocimientos del idioma y complementar sus experiencias de comunicación. Los investigadores están investigando el uso de los medicamentos, solos o en combinación con terapia de lenguaje, para ayudar a las personas con afasia.

Habla y rehabilitación del lenguaje
La recuperación de las competencias lingüísticas suele ser un proceso relativamente lento. Aunque la mayoría de la gente hace un progreso significativo, pocas personas llegan a recuperar los niveles anteriores a la lesión de comunicación. En esta terapia del habla y lenguaje nos encontramos:
  • Empezar temprano. La terapia es más efectiva cuando se inicia poco después de la lesión cerebral.
  • Se basa en el éxito. El patólogo del habla y lenguaje utiliza ejercicios para mejorar y practicar habilidades de comunicación. Estos pueden comenzar con las tareas más simples como nombrar objetos y evolucionar hacia ejercicios más complejos de explicar el propósito de un objeto.
  • Desplaza el foco. El patólogo del habla y el lenguaje puede enseñar otros caminos al paciente para compensar el deterioro del lenguaje y comunicarse más efectivamente con gestos o dibujos. Algunas personas con afasia pueden usar un libro o tablero con imágenes y palabras para ayudarles a recordar las palabras de uso común o ayudarles cuando están atascados.
  • A menudo se trabaja en grupos. En un grupo, las personas con afasia pueden probar sus habilidades de comunicación en un entorno seguro. Los participantes pueden practicar iniciar conversaciones, hablando a su vez, aclarar malentendidos y la fijación de las conversaciones que han desmoronado por completo.
  • Puede incluir salidas. La participación en la vida real (como ir a un restaurante o una tienda de comestibles) pone en práctica las actividades de rehabilitación.
  • Puede incluir el uso de ordenadores. Con ayuda de un ordenador, la terapia puede ser especialmente útil para volver a aprender palabras y sonidos (fonemas).

Medicamentos
Ciertos medicamentos están actualmente en estudio para el tratamiento de la afasia. Éstos incluyen medicamentos que pueden mejorar el flujo de sangre al cerebro, mejorar la capacidad del cerebro de recuperación o ayudar a reemplazar los productos químicos agotados en el cerebro (neurotransmisores). Algunos medicamentos, como la memantina (Namenda) y el piracetam, han mostrado resultados prometedores en estudios pequeños. Sin embargo, se necesita más investigación antes de que estos tratamientos puedan ser recomendados.

lunes, 9 de enero de 2017

Epicondilitis Lateral o Codo de Tenista

¿Qué es?
La epicondilitis, conocida también como codo de tenista, es una lesión caracterizada por dolor en la cara externa del codo, en la región del epicóndilo, eminencia ósea que se encuentra en la parte lateral y externa de la epífisis inferior del húmero. Está provocada por movimientos repetitivos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo, lo que ocasiona microroturas fibrilares y reparación inadecuada a nivel de los tendones de los músculos que se originan en la región del epicóndilo, principalmente del tendón del músculo extensor radial corto del carpo.
Aunque es denominada codo de tenis o codo de tenista, no se restringe a los jugadores de tenis, cualquier persona que realice trabajos que impliquen movimientos repetidos de supinación del antebrazo y extensión de muñeca es susceptible de sufrir la afección.
La epicondilitis recibe a veces el nombre de epicondilitis lateral, para diferenciarla de la epitrocleitis, también llamada epicondilitis medial o codo de golfista, en la que el dolor se localiza en la porción interna del codo.




¿Cómo se produce?

Está provocada por movimientos repetitivos en los que se realiza la extensión de la muñeca, el estrés y la supinación del antebrazo, lo cual ocasiona una tendinitis que afecta a los tendones de los músculos que se insertan en el epicóndilo: músculo extensor radial corto del carpo, músculo extensor común de los dedos, músculo extensor propio del meñique, músculo extensor cubital del carpo y músculo supinador corto.  Se acepta generalmente que el codo del tenis está causado por microtraumas repetidos. Los cambios inflamatorios se han observado en los procesos agudos, pero estos están ausentes si la lesión se hace crónica. En estas fases crónicas se habla de tendinosis, proceso degenerativo de las fibras del tendón.
La incidencia máxima de epicondilitis tiene lugar entre los 34 y 54 años. No se han demostrado diferencia en frecuencia entre hombres y mujeres, pero la lesión es más frecuente en el codo que corresponde a la mano dominante. Además existe una relación clara con ciertas actividades profesionales o la práctica de deportes de raqueta.
En muchas ocasiones la epicondilitis se considera enfermedad profesional y está relacionada con la repetición continua de ciertos movimientos en algunas profesiones: pintores, trabajadores de la construcción, leñadores, mecánicos, carniceros, fontaneros, chapistas, tatuadores y carpinteros o ebanistas.

Síntomas

Dolor en la parte externa del codo, sobre el epicóndilo.
Dolor e impotencia funcional con los movimientos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo.
Dolor a la palpación de la zona epicondílea y con acciones simples como elevar una botella o una jarra o tomar una taza de café, también en deportes, por ejemplo al ejecutar el golpe de revés en el tenis, pádel o badminton.
El dolor suele ceder durante la noche y con el reposo.
En ocasiones puede llegar a convertirse en un proceso crónico que requiere cirugía.
No suelen referir clínica acompañante de origen neurológico, pero al dolor puede irradiarse hacia el brazo y el antebrazo.



Ejercicios y estiramientos

La fisioterapia puede aportar gran ayuda al tratamiento de la epicondilitis con tratamientos que abarcarán desde el estiramiento, el masaje (o automasaje) y la reprogramación o fortalecimiento. Es primordial conocer mecánica por la cual estos músculos se ven afectados para adaptar el tratamiento a este origen. Es por eso que se realizarán casi siempre estiramientos de los músculos antagonistas a los epicondileos es decir los flexores del codo y muñeca y potenciación o reprogramación de los epicondileos afectados, ya que se les considerará funcionalmente perdedores o vencidos con respecto a los primeros. Además la atención y tratamiento de la zona cervical y transición cervico-torácica será de gran utilidad para la resolución de esta molesta lesión.

Vídeo con ejercicios y estiramientos

https://www.youtube.com/watch?v=MzlgmstUYrQ




jueves, 5 de enero de 2017

La enfermedad de Hoffa

La enfermedad de Hoffa, también llamada síndrome de Hoffa-Kastert o síndrome de la almohadilla grasa infrarrotuliana (coloquialmente hoffitis) es una enfermedad de la rodilla que consiste en la inflamación crónica de la zona de grasa situada por detrás del tendón rotuliano y debajo de la rótula. El tejido graso que se afecta se llama grasa infrapatelar o almohadilla grasa de Hoffa.
Suele afectar a adultos jóvenes y atletas. 
Produce dolor e hinchazón en la parte anterior de la rodilla que aumenta al caminar. Puede estar originada por múltiples causas, entre ellas microtraumatismos repetidos.

Esta grasa actúa como un amortiguador de choque, protegiendo así las estructuras. En el caso de un fuerte impacto directo en la rótula, la almohadilla de grasa puede llegar a ser pinchada entre el cóndilo femoral y la rótula. Como la almohadilla de grasa es una de las estructuras más sensibles en la rodilla, esta lesión es conocida por ser extremadamente dolorosa.


 TRATAMIENTO:

El tratamiento recomendado es generalmente conservador y consiste en reposo, antiinflamatorios tópicos u orales y fisioterapia.
Fisioterapia:
v  Electroestimulación + Hielo
v  Vendaje funcional o compresivo
v  Ejercicios de Cuádriceps
v  Estiramientos de cintilla iliotibial, isquiosurales, gastrocnemios y sóleo.
v  Estiramientos de Cuádriceps y Vasto Medial.
v  Disminución pero no supresión de la actividad deportiva


Si no se obtienen resultados con este tratamiento se recurre a cirugía.
El siguiente vídeo presenta ejercicios para tratar la enfermedad de Hoffa: