¿Qué es?
La epicondilitis, conocida también como codo de tenista, es una lesión caracterizada por dolor en la cara
externa del codo, en la región
del epicóndilo, eminencia ósea
que se encuentra en la parte lateral y externa de la epífisis inferior del húmero. Está provocada por movimientos
repetitivos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo, lo que ocasiona
microroturas fibrilares y reparación inadecuada a nivel de los tendones de los
músculos que se originan en la región del epicóndilo, principalmente del tendón
del músculo extensor radial corto
del carpo.
Aunque es denominada codo de tenis o codo de tenista, no se
restringe a los jugadores de tenis, cualquier persona que realice trabajos que
impliquen movimientos repetidos de supinación del antebrazo y extensión de muñeca es
susceptible de sufrir la afección.
La epicondilitis recibe a veces el nombre de epicondilitis
lateral, para diferenciarla de la epitrocleitis,
también llamada epicondilitis
medial o codo de golfista, en la
que el dolor se localiza en la porción interna del codo.
¿Cómo se produce?
Está provocada por movimientos repetitivos en los que se
realiza la extensión de la muñeca, el estrés y la supinación del antebrazo, lo
cual ocasiona una tendinitis que afecta a los tendones de los músculos que se
insertan en el epicóndilo: músculo extensor radial corto del carpo, músculo
extensor común de los dedos, músculo extensor propio del meñique, músculo
extensor cubital del carpo y músculo supinador corto. Se acepta generalmente que el codo del tenis
está causado por microtraumas repetidos. Los cambios inflamatorios se han
observado en los procesos agudos, pero estos están ausentes si la lesión se
hace crónica. En estas fases crónicas se habla de tendinosis, proceso
degenerativo de las fibras del tendón.
La incidencia máxima de epicondilitis tiene lugar entre los
34 y 54 años. No se han demostrado diferencia en frecuencia entre hombres y
mujeres, pero la lesión es más frecuente en el codo que corresponde a la mano
dominante. Además existe una relación clara con ciertas actividades
profesionales o la práctica de deportes de raqueta.
En muchas ocasiones la epicondilitis se considera enfermedad
profesional y está relacionada con la repetición continua de ciertos
movimientos en algunas profesiones: pintores, trabajadores de la construcción,
leñadores, mecánicos, carniceros, fontaneros, chapistas, tatuadores y
carpinteros o ebanistas.
Síntomas
Dolor en la parte externa del codo, sobre el epicóndilo.
Dolor e impotencia funcional con los movimientos de
extensión de la muñeca y supinación del antebrazo.
Dolor a la palpación de la zona epicondílea y con acciones
simples como elevar una botella o una jarra o tomar una taza de café, también
en deportes, por ejemplo al ejecutar el golpe de revés en el tenis, pádel o badminton.
El dolor suele ceder durante la noche y con el reposo.
En ocasiones puede llegar a convertirse en un proceso
crónico que requiere cirugía.
No suelen referir clínica acompañante de origen neurológico,
pero al dolor puede irradiarse hacia el brazo y el antebrazo.
Ejercicios y
estiramientos
La fisioterapia puede aportar gran ayuda al tratamiento de
la epicondilitis con tratamientos que abarcarán desde el estiramiento, el
masaje (o automasaje) y la reprogramación o fortalecimiento. Es primordial
conocer mecánica por la cual estos músculos se ven afectados para adaptar el
tratamiento a este origen. Es por eso que se realizarán casi siempre
estiramientos de los músculos antagonistas a los epicondileos es decir los
flexores del codo y muñeca y potenciación o reprogramación de los epicondileos
afectados, ya que se les considerará funcionalmente perdedores o vencidos con
respecto a los primeros. Además la atención y tratamiento de la zona cervical y
transición cervico-torácica será de gran utilidad para la resolución de esta
molesta lesión.
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